miércoles, 2 de abril de 2008

Guerra de Malvinas


(Monumento a los Caídos en Malvinas, Rosario, Santa Fe, Argentina.
Filmado por Noe en enero de 2007)

Guerra es una palabra demasiado fuerte. Y más cuando se siente bien cerca, cuando representa algo que pasó acá nomás, que estuvo adelante de nuestro ojos. Duele más cuando es nuestra guerra.
En 1982, la Junta Militar decidió invadir las Islas Malvinas con el propósito de recuperar la sobería sobre ellas. Inglaterra había ocupado esa parte de tierra que Argentina pretendía recuperar. El gobierno estaba cayendo y encontraron en esta guerra la forma de ocupar el poder por un tiempo más. Así, el 2 de abril de 1982 desembarcaron en el sur.
Lo triste de esta guerra es que no había preparación alguna y ya de antemano se sabía que estaba perdida. Los gobernantes lo sabían, la gente común fue engañada. Los soldados que fueron a pelear eran chicos de entre 18 y 20 años, recién salidos del colegio, sin preparación militar. Estaban cursando el servicio militar obligatorio, pero algunos de ellos nunca habían agarrado un arma aún. A muchos, los llevaron engañados, diciendoles que iban a custudiar las fronteras y quien sabe que otras mentiras sin piedad.
Allá llegaron e hicieron todo lo que pudieron. Salieron a pelear y a defender a la patria con una fuerza que genera orgullo, soportaron el frío, el hambre, las bajas de sus compañeros más queridos. Aprendieron a matar, a apretar un gatillo...
Ellos no estaban preparados para tanta locura, ni para enfrentarse a semenjante matanza con armas que no eran capaces de vencer a la poderosa tecnología de los ingleses. Eran armas de principios de siglo.
Mientras tanto, en el resto del país todo era euforia. Una campaña de prensa manipulada, hacía creer a todos que la guerra estaba ganada, que en Malvinas los chicos argentinos estaban venciendo a los ingleses. La gente apoyaba a sus guerreros, les enviaban cartas, comida, abrigo. Todo eso sin saber que nada de la solidaridad de la gente les llegaba, que ellos peleaban pero no podían contra el poderío inglés, contra el hambre, contra el frío.
En Malvinas murieron 649 argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños y hubo más de 700 heridos. Pero Malvinas se llevó mucho más que esas vidas. Al volver, muchos no soportaron los recuerdos y decidieron terminar con su vida. Más de 450 ex combatientes terminaron así con su calvario.
Los mandaron directo a morir. Sabían que era imposible ganar esa guerra pero no importó. Querían perpetuarse en el poder, era lo único que pensaban. Y los llevaron camino a la muerte. La mayoría de ellos eran más chicos de lo que soy hoy yo. Tenían edad de salir con amigos, de divertirse, de ser adolescentes. Les enseñaron a matar, les mostraron el horror, les arruinaron la vida, los mataron sin piedad.
Por los que no volvieron tengo bronca. Los condenaron por nada, de antemano. Les quitaron la vida. Dejaron a sus familias destrozadas. Por los que decidieron terminar con sus vidas, deseo que donde estén por fin tengan paz. Y por los que todavía están siento un gran orgullo. Por haber hecho tanto allá pero sobre todo, por haberse bancado la vida con esas imágenes dando vueltas, por haber sido tan fuertes, por ser tan solidarios, por quedarse para contar la historia, para que se sepa y no se repita.
Hace 26 años un montón de chicos eran lanzados a la muerte. Hoy recordamos a los caídos en Malvinas y a los veteranos de esa guerra cruel. Guerra, palabra fuerte. Y mucho más fuerte se siente cuando uno se da cuenta que fue acá, hace poco, ahí cerquita, más fuerte suena cuando se sabe que sabían que se iba a perder y los mandaron igual...

Ellos se quedaron en Malvinas:
http://www.tradiciongaucha.com.ar/malvinasargentinas/heroes.htm

*Ita*