domingo, 25 de mayo de 2008

7 años...

NegritaPuede la vida dar un vuelvo en un instante? ¿Puede una frase hacerte sentir que ya nada malo puede pasar? Sí, puede. Como me pasó a mí aquel sábado 23 de diciembre de 2000. Esa noche el mundo se iluminó de repente, el frío desapareció, lo único que sentí fue la alegría inigualable de un sueño cumplido. Hasta ese momento sólo era un gran deseo imposible, pero descubrí que es cierta la frase "lo imposible sólo tarda un poco más". "Vas a ser tía", esa frase cambió mi vida. Y la de todos los que están cerca de él. Llenó de sonrisas el mundo, le dio vida a lo que parecía muerto, repartió amor a cada paso. Desde el día en que supe que iba a llegar me sentí más fuerte, comprendí que nada podía pasarme y que, si pasaba, me tenía que levantar porque debía estar de pie para verlo crecer. No se puede explicar con palabras el amor que le tengo desde la panza. No hay frase alguna que sea tan grande como para explicar cuando le agradezco que haya llegado a mi vida, que me regale alegrías, que sea mi amigo, que con sus 7 años sepa darse cuanta de todo lo que los grandes no ven. No hay forma de contar como se me paralizó el corazón aquel 25 de mayo, cuando lo tuve upa por primera vez, tan chiquito, con un gorrito que le tapaba toda la cabeza. Desde ese día es imposible estar mal si está cerca. No se puede llorar si viene una pulga de 2 años, te da su autito para jugar y te dice: "Ya no está más triste la tía". Él siempre está contento y es un gran ejemplo para imitar. Disfruta de todo: de los juegos, los deportes, los cuentos, el arte, las salidas, los amigos, la familia. Para todo está dispuesto, festeja cada detalle y tiene una gran personalidad. Es solidario y sencible, pero también tiene su carácter. Se parece un poco a mí en la timidez. Me maravilla lo interesante que puede ser hablar con él. Es más grande que muchos grandes y tiene la capacidad de mirar a su alrededor, de leer miradas, de escuchar. Podría pasarme el día intercambiando opiniones y noticias sobre cualquier tema que nos llame la atención. Puede ser un gran amigo, el mejor. 7 años tiene. Sólo 7. Y es enorme. Es grande porque nos llena de amor, porque nos regala vida en cada sonrisa, porque nos enseña. 7 años tiene, 7 años pasaron de aquella mañana en que llegó por sorpresa, 7 años hace ya de aquel viernes grandioso que cambió mi existencia. Y la de todos.
¡Feliz Cumple Feli! Gracias, así de grande, por ser parte de mi vida, por hacerme tan feliz, por quererme, por compartir conmigo tantos momentos. Sos la personita que más amo en el mundo y es enorme el orgullo de poder decir que soy tu tía.

FELIZ CUMPLE FELI

¡Te quiero!

*Tu tía Ita*

domingo, 11 de mayo de 2008

Chicos perdidos de Argentina

Miles de chicos están ahora afuera de sus casas. Tal vez con frío, tal vez con hambre, maltratados. O a lo mejor tratando de encontrarse a sí mismos.
Hay 139 menores que hoy están siendo buscados por sus familias en Argentina. Internet puede ser una buena forma de encontrarlos.

Dejo el link de Missing Children Argentina, donde pueden encontrar las fotos de cada uno de ellos y ver estadísticas sobre las desapariciones de chicos que sucenden a diario. No dejen de pasar.

Missing Childen
http://www.missingchildren.org.ar

Fotos de los chicos buscados
http://www.missingchildren.org.ar/entraperd.htm

viernes, 9 de mayo de 2008

Me divorcié de River Plate

Hoy podría escribir como periodista o puedo hacerlo como hincha. La forma de expresión sería completamente distinta, cambiarían las palabras, entraría o no en juego el sentimiento. Pero las lágrimas derramadas anoche me dicen que hoy debo plasmar mi mirada de hincha millonaria.
El dolor es grande. Quienes sientan amor por una camiseta sabrán entender. Es triste quedar eliminado de la Copa. Pero no es eso lo peor. Como simpatizante de River, estamos más que acostumbrados a quedar fuera de la Libertadores o de cualquier Copa de leche que nos saque de Argentina. Entonces lo que lastima tanto el alma no es eso. Lo que deja marca es ver a un equipo que no deja nada, que no pone huevos, que no tiene las ganas suficientes para ganar. Cuando en lo futbolístico no se encuentra el rumbo, hay que salir a pelearla desde el alma y River no lo hizo. Sí San Lorenzo y por eso están en cuartos.
River quedó eliminado ayer en octavos de final frente al equipo que dirije Ramón Díaz. Empató 2 a 2 en el Monumental, pero venía de perder 1-2 en cancha de ellos la semana anterior. El equipo de Simeone tenía dos jugadores más tras las expulsiones de Diego Rivero y Jonathan Bottinelli. Dos hombres más que no supo aprovechar.
Lo que duele no es la eliminación, sino la forma en que se produjo. Ir ganando 2 a 0, con dos jugadores más, con la clasificación casi en el bolsillo y dejarla escapar de esa manera no tiene perdón. Los goles de Matías Abelairas y Sebastián Abreu quedaron en el olvido. De nada sirve en River tener todas las ventajas porque cada vez que tiene que defenderlas, juega el peor partido.
Y sí, duele hasta las lágrimas quedarse afuera de tal forma. Lastima ver que tus jugadores no tienen sangre en las venas. Es terrible ver como River no logra despertarse y cada vez se embarra más. Ya no parece el más grande. Ya no es el más grande.
No puedo no felicitar a San Lorenzo por la actitud, la que tuvieron que nos hubiese gustado ver en nuestro equipo. Así se juega, cuando con la pelota las cosas no funcionan, se juega con la cabeza y el corazón. Ellos no se dieron por vencidos ni siquiera cuando nadie daba nada por su triunfo. Y ahí están ocupando el lugar que nos hubiese gustado tener. Están en cuartos de final de la Copa Libertadores, dirigidos por el técnico más ganador de la historia de nuestro club, que ahora puede llegar a ser historia en otro.
Anoche me divorcié de River. Miles de veces, cuando pasan estas cosas, intenté hacerme hincha de Olimpo de Bahía. Pero no me sale. No se puede dejar de querer algo en un día y cambiarlo por otra cosa. Por eso decidí simplemente divorciarme. Cuando uno se separa, siempre queda la nostalgia de los buenos tiempos, los recuerdos de las alegrías compartidas. Donde hubo fuego, cenizas quedan. Por lo tanto todavía hay esperanzas de volver a River. Por ahora, estamos separados, tratando de pasar el momento de dolor, tomandonos un tiempo después de tantas decepciones. Les confieso que todavía quiero a River, aunque estoy muy enojada. Quién sabe..., tal vez pronto vuelva a ser una hincha más...

Les dejo el link para que lean a Leo Farinella, un periodista bien hincha de River que lo sufre como yo:
Fue la peor humillación

*Ita*

jueves, 1 de mayo de 2008

Escribir...

"Escribir, escribir hasta que ya no me queden fuerzas, eso quiero. Quiero vivir y morir con la lapicera en las manos.
Quiero escribir sin presiones, quiero que me sirva para lo de siempre, para descargarme, para no sentir el peso del silencio en el cuerpo, para sentirme vacía y llena a la vez. Vacía por sacar todo lo que ya no puedo tener dentro y llena porque así me siento cuando hago lo que más me gusta en la vida.
Escribir, sin dudas, me hace bien, me hace sentir libre, puedo decir lo que quiera sin medirme, sin mierods, puedo entender pienso y ordenar lo que siento, puedo ser yo por un instante y decir "tengo miedo", si lo tengo, o gritar si me dan ganas, llorar si me hace falta y contar con detalles cada alegría para volver a revivirla más tarde.
Aprendí a escribir para no sentirme sola, aprendí que el papel me escucha siempre, que puedo decir todo lo que no quiero contar o lo que no quieren oír. Entendí que no soy yo si no escribo aunque sea una palabra por día. Es mi forma de vivir, es mi forma de crecer.
Eso quiero hacer, escribir. Quiero, necesito escribir. Necesito libertad, necesito hablar. No sé hablar con la voz, no me sale, no me gusta, no se escucha. Sé hablar con letras, así aprendí a decir, a contar, a guardar. Mi vida está llena de letras, moriría sin ellas. No podría guardar dentro mío lo que digo con ellas.
Ya sé que no soy como todos y que muchas veces duele ser "rara", pero así aprendí a llevarlo, escribiendo. Sin esto moriría.
Quiero escribir. El día que ya no pueda, mejor va a ser morir."

Eso lo escribí hace años, cuando era más chica, cuando la vida me permitía cada tarde sentarme frente a mi cuaderno y decir cada cosa que sentía, pensaba, soñaba o pasaba por mi vida y mi cabeza.
Hoy la vida es distinta. Quisiera seguir siendo un poco rara, ahora me doy cuenta que eso estaba bueno. Y quisiera poder seguir hablando a través de letras. Mi voz hoy puede hablar, comunicar, contar, opinar, informar pero todavía no aprendió a hablar de mí. Mi voz se pone muda de repente cuando tiene que decir que pasa dentro de mi cuerpo y mi corazón. El resto de mi cuerpo habla, hablan mis ojos, hablan mis manos, hablan mis gestos. Pero la mayoría de la gente no está acostumbrada a mirar al otro, a detenerse en su expresión. Si la voz no habla, no se escucha. Por lo tanto, las letras siguen siendo mi mejor forma de contar.
Estoy segura que si ahora tuviera tiempo y ganas de sentarme cada día a marcar en una hoja lo que siento, muchas cosas serían distintas. Sentiría mucho menos el peso del silencio, estaría más libre de mí misma, sería menos fuerte ese nudo que aprieta el pecho. Estaría más tranquila con la vida, con los otros, conmigo, con todo. Pero no, el dolor, la bronca y las alegrías se acumulan dentro mío, en un cuerpo que ya no soporta tanto estorbo, tantas palabras queriendo salir.
Cuando era chica solucionada todo con una carta. Pero crecí y entendí que había situaciones que requerían de mi voz. Pero no, no pude, la voz no salió. Si hubiese podido decir todo eso en palabras escritas, todo se habría solucionado. Pero había que hablar de mí y no hubo solución. ya no están...
Hoy escribo menos, pero no dejen que mis cuadernos se terminen. El día que ya no escriba, el silencio puede ser mortal...

*Ita*