jueves, 11 de octubre de 2012

Querer

Cuando todo duele no podés entender todas las frases armadas que repiten las voces a tu alrededor. El tiempo, el bendito tiempo ese que dicen que cura, jamás llega. La vida se hace eterna y la tristeza ocupa cada una de tus venas. ¿Qué todo pasa por algo? Eso dicen, pero vos no encontrás una explicación a tus sueños derrumbados. Nada, absolutamente nada de lo que digan te puede ayudar. A nadie le creés. Todo parece imposible cuando la negra niebla cubre tu vida.
Pero cuando tenés ganas de vivir, tarde o temprano vas corriendo ese denso humo que no te deja ver a tu alrededor. Y ahí empezás a entender. Y por fin comprendés que era cierto, que el tiempo calma, el tiempo cura, el tiempo cierra heridas y de a poco también suaviza las cicatrices. Y descubrís montones de respuestas a tus preguntas, a tus miedos, a tus dudas, a tus angustias. Y cuando descubrís los por qués, tenés al fin la posibilidad de cerrar una etapa y de dejar atrás todo lo que te hizo mal.
Hoy soy distinta a la que fui, pero casi igual. Hoy soy mucho más libre porque puedo decir lo que siento y pienso sin miedo, porque puedo ser yo y amar lo que amo sin que nadie me lo cuestione, hoy tengo la esencia de aquella que sufría, pero soy más fuerte, más libre, más feliz. Hoy creo en mí y aunque nunca las cosas salgan como lo planeé...

*Ita* 07/08/2012

Eso escribí hace unos meses... El amor terminó de curar las pocas heridas que quedaban y es un lejano recuerdo aquella madrugada en que recibí mi cumpleaños con una puñalada en el alma. Hoy empiezo mi cumpleaños rodeada de amor, con mi familia, mis amigos y con él, mi amor, mi compañero, la persona que elijo todos los días para que me acompañe a crecer, a cambiar y a volver a vivir.
Hoy quiero creer que el amor existe, que esto que siento puede ser eterno. ¿Y si no es eterno, qué? Si no es eterno, no importa. Hago eterno cada segundo con él, cada vez que lo veo reír, cada vez que me hace feliz. Quiero que dure toda la vida, quiero amanecer todas las mañanas con su voz y dormirme en sus brazos con toda la paz. Quiero con todas mis fuerzas creer en él, en este amor, en nuestro futuro, en una vida juntos. Quiero creer con todas mis fuerzas que soy capaz de amar y que puedo hacerlo tan feliz como él me hace a mí. Quiero cuidarlo como me cuida, quiero hacerle sentir todo ese amor que él me hace sentir, quiero que lo que somos siga creciendo. 
Qué difícil fue volver a empezar. Qué difícil fue dejar tan pesada mochila llena de miedos. Qué difícil es a veces la lucha contra la inseguridad heredada de tantas tristezas. Pero cuánto más fácil es pelearla teniendo a alguien que te sostiene.
Hoy es mi cumpleaños... y tengo el mejor regalo: a todos los que amo. A todos esos que me sostuvieron cuando creía que en realidad estaba sola. A aquellos que querían verme bien cuando tenía la mirada triste. Y lo tengo a él, que me devuelve la luz y me hace vivir, que me saca adelante, que me acompaña y me levanta cuando la vida cotidiana me da golpes y me quiere vencer. Pero ya nada puede hacerme tanto mal. Hoy la vida es distinta.
Querer vivir, querer amar, querer crecer, querer soñar. Nada puede ser tan malo si querés querer. No puedo pedir deseos hoy... tengo todo lo que amo, ya no puedo pedirle más a la vida.

*Ita*

domingo, 18 de marzo de 2012

Aunque todo salga mal...

Es muy domingo a la noche. Imposible ver las cosas positivas. Después de un finde bastante malo, como todos en realidad, sigue saliendome todo mal.

¿Por qué las cosas no pueden ser más sencillas? ¿Por qué siempre tiene que salirme todo al revés? Desde la cosa más pequeña hasta los grandes sueños de mi vida, nada, absolutamente nada, sale bien. ¿Por qué? Simple y sencillamente porque elegí mal cada vez que tuve que decidir. Desde algo tan pequeño como caminar hacia un lado o hacia el otro hasta algo tan grande como elegir con quién vivir tu vida o que carrera estudiar.

Mi vida se trata de eso, de lucharla todos los días para superar el fracaso del día anterior, de pelear para reacomodar mi vida sobre las ruinas de la anterior, de comerme una y otra vez mis palabras porque la vida me llevó por lugares donde creí que no iba a ir nunca, de adaptarme al desastre que soy, a mi torpeza, a mi locura, a mi rareza, a lo que soy que no le gusta a los demás y a lo que soy y no me gusta a mí. Así se pasan mis días, siendo lo que no quiero ser, tratando de hacer las cosas bien, pero siempre me salen mal. Siempre. Y cansa. Y duele.

Podría echarle la culpa al destino y tal vez estaría más en paz conmigo misma. Pero no creo en el destino. Creo que lo que somos no depende de algo escrito, sino de cada paso que damos, de cada decisión que tomamos, de lo que hacemos minuto a minuto, de las cosas que hacemos pensando y, sobre todo, de las que hacemos sin pensar. Hablar de destino es simplemente una forma de sacarnos culpas y responsabilidades, de buscar la paz que no tenemos, de cerrar los ojos y no hacernos cargo de lo que somos.

Soy lo que soy. Soy esta inútil que elige ir para la derecha cuando debía ir a la izquierda, que elige bajar cuando debe subir, que va hacia atrás cuando debería ir hacia adelante, que sueña con sueños que no van a ser más que eso. Y soy esta que tiene miedo. Miedo a que nunca sea diferente, a que siempre salga todo al revés. Y también soy la que todos los lunes cambia la cara e intenta vivir una vida feliz, aunque no sea la que soñé.

Hay días, como hoy, en que odio mi vida, me odio a mí, odio al mundo y no soporto estar viva. Pero tengo la seguridad de que mañana será diferente, que mañana no voy a sentir el nudo que me ahoga, que mañana voy a tener la fuerza de caminar sobre los escombros de hoy. Así pasan los días, luchando contra mi misma, intentando ser feliz aunque todo salga mal.

*Ita*

martes, 14 de febrero de 2012

14 de febrero...

¿Será que odiamos esta fecha porque no es más que un horrible día de consumo y de tarjetas prefabricadas? ¿Será que lo odiamos por hace sentir horriblemente mal a los solteros y pone en compromiso de recordar la fecha y llevar regalo a quiénes tienen pareja? ¿O será simplemente que lo odiamos porque quisiéramos sentir nosotros también amor?
En el fondo, tanto odio al amor no es más que una necesidad enorme de sentirse querido, de que no duela la soledad, de tener alguien que te ame todos los días y que te haga sentir importante. Y nos escondemos detrás de ese ejército que le hace la guerra al amor y al maldito Cupido.
Porque a veces algo tan sencillo como sentir amor, para otros es casi inalcanzable. Y pasa el tiempo y cada vez se hace más complicado. Y cada vez duele más. Y cada noche la armadura se hace más pesada. Y después ya no tenemos ni la capacidad de nombrarlo, ni de reconocerlo, ni de pedirlo, ni de soñarlo.
Hoy, como tantas otras noches, no tengo amor. Pero puedo nombrar este vacío, puedo dejar de lado la armadura, puedo reconocer que duele la soledad. Y puedo decir que yo también quisiera sentir amor hoy, que tanto odio al amor se me está apagando con los años.
Día de los enamorados y yo acá, en mi cita con mi misma.

jueves, 9 de febrero de 2012

Hasta siempre Flaco...


Y deberás plantar
y ver así a la flor nacer
y deberás crear
si quieres ver a tu tierra en paz.
El sol empuja con su luz
el cielo brilla renovando la vida
y deberás amar
amar, amar hasta morir.
Y deberás crecer
sabiendo reír y llorar
la lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma.
De tí saldrá la luz
tan sólo así serás feliz
y deberás luchar
si quieres descubrir la fe.
La lluvia borra la maldad
y lava todas las heridas de tu alma
este agua lleva en sí
la fuerza del fuego
la voz que responde por tí
por mí...
Y esto será siempre así
quedándote o yéndote.

Quedándote o yéndote, Luis Alberto Spinetta.

Luis Alberto Spinetta nació el 23 de enero de 1950. El Flaco fue cantante, guitarrista y un gran compositor argentino de rock. Ayer su cuerpo fue víctima de un cáncer y nos abandonó. Se fue su voz, pero nos dejó para siempre su poesía y un enorme legado. Nos dejó las canciones más hermosas del rock nacional. Gracias Flaco por tu música, gracias por tu poesía que te va a mantener vivo. Hasta siempre Flaco.

jueves, 26 de enero de 2012

Debe ser sólo nostalgia

Lo que siento hoy es una mezcla de tranquilidad porque no duele y lágrimas, muchas lágrimas. Esa combinación de emociones debe ser simplemente nostalgia por tiempos pasados, por lo que significó para mí un día como hoy.
¡Tantas cosas se aprenden en cada instante de amor! Cosas que van a quedar grabadas a fuego en tu personalidad, en tu forma de ver la vida y de enfrentarla. Cosas que si alguna vez te faltan, ya no vas a ser igual. Fue un día como hoy cuando dejé de ser la que era para ser la que soy. Fue una madrugada cuando me cambió la vida y abrí los ojos al amor.
Hay muchos días en que la tristeza es grande y me arrepiento de haber apostado y arriesgado tanto en algo que me partió en dos y se quedó en proyectos. Pero hay otros días en que doy gracias a la vida por haber sentido eso que me pasó por el cuerpo con tanta fuerza. No sé si alguna vez volveré a sentir algo parecido, por eso ahora ya no quiero cuestionarme ni un segundo de esos tantos momentos de amor.
Y aunque descubrí que el para siempre se termina demasiado pronto, esos 1825 días fueron lo mejor que me pasó. O lo peor. Hoy quiero quedarme con las noches de música y amor, con las palabras de aliento en momentos difíciles, con la compañía cuando no había nadie más, con esa mirada que se encontraba con la mía y me hacía vivir, con la felicidad enorme de haber sentido el amor más grande, de haber sentido que no necesitaba más en la vida que esos brazos.
Y lo de hoy es eso, ya no es dolor, ya no es amor. Es simple nostalgia por aquel 26 de enero y por tantos 26 de enero. Por el primero, porque fue especial y me cambió la vida. Por los demás, porque nunca voy a ser la misma, porque cada 26 de enero me va a matar la nostalgia y un nudo en la garganta me va a acompañar.
Pero no duele. Ya no.

*Ita*

viernes, 6 de enero de 2012

Noche de Reyes


Yo creo en milagros
y creo en la vida,
cerrando mis ojos
todo está tan claro,
el mal se termina.

Yo creo en milagros
y creo en la risa
y creo en la magia
que nace del alma,
yo creo en la vida.

Yo creo en milagros,
en ángeles, en hadas,
creo en ese sueño
de un mundo distinto
que llegue mañana.

Yo creo que todos
podemos lograrlo,
no es un milagro,
juntemos las manos,
se llama esperanza.

Yo creo en la vida.
Yo creo en milagros.

Yo creo en milagros, Chiquititas 2006 (o Floricienta, antes)

domingo, 1 de enero de 2012

Después de un muy difícil 2010, la vida me dio un respiro. No puedo quejarme para nada del año que se va. Uno siempre quiere un poco más, pero soy completamente feliz con todo lo que conseguí en 2011.
El único gran golpe a mi cansado corazón fue el descenso de mi equipo del alma. Ver a River en la B y aguantar risas, comentarios y cargadas fue lo más difícil de los últimos 6 meses. Pero sacado eso, estoy en paz conmigo misma, que es lo que más importa. Hoy tengo un trabajo que me permite hacer algunas cosas y soñar con otras, tengo algunos proyectos y cosas que empecé y están a punto de concretarse, tengo amigos, una familia que amo y ganas de vivir la vida.
Para ser sincera, suelo ser pesimista, pensar siempre en negativo y tener días de mucha tristeza, pero en el fondo siempre tengo ganas de vivir y es eso lo que me mantiene en pie. Disfruto la vida, más allá de que a veces me sienta sola, de que quisiera tener amor, de que me gustaría haber podido concretar sueños y vivir de lo que amo. A pesar de que la vida no me salió como la soñaba, las ganas de vivir siempre me sacan adelante.
Hace unos años, después de unos 365 días muy difíciles, decidí que no volvería a hacer planes a comienzo de año porque nada sale como uno lo piensa y después duele, que mejor es dejar que la vida te lleve por donde quiera e ir disfrutando o esquivando lo que llega. Y funcionó. El año que siguió fue lindo. En este 2012 tampoco quiero hacer demasiados planes. Confieso que me da miedo que la paz del 2011 sea la antesala de una gran tormenta, pero tengo la esperanza de que no sea así, que esa calma sea simplemente la transición entre un año doloroso a uno completamente feliz.
Mi proyecto más grande para este año es mi casa propia. Ojalá pueda empezarla a fin de año. Después hay montones de cosas que quisiera que se den, pero si no llegan, puedo esperar. La vida me enseñó a tener paciencia y de a poco voy aprendiendo que casi nunca salen las cosas como uno quiere, pero que eso no tiene de desalentarte porque lo que llega es diferente, pero en general también es bueno.
Gracias al 2011 que pasó por los amigos nuevos y por los de siempre, por mi familia, por mi ciudad, por mi trabajo, por mi alegría por las cosas pequeñas, por enseñarme a valorar lo que tengo y a enojarme menos, por las pocas lágrimas, por los pequeños momentos parecidos al amor, por hacerme más fuerte. Y unos pocos deseos para el 2012: La felicidad de la gente que amo, la fortaleza para resistir los días en que me pega la soledad y la certeza de que vale la pena vivir. Y ya que estamos, mi carnet de conducir en el próximo mes y el ascenso de River.
Nada puede ser peor de lo que ya viví. Ahora me toca reírme y crecer. Bienvenido 2012. Confío en vos. Y en mí.

*Ita*