sábado, 9 de febrero de 2008

Cajita Mágica

Cajita de cristal, cajita que retiene voces, lugar extraño donde hay vida.
Así era ese mundo donde fui feliz. Así era ese lugar donde todo parecía ser mágico.
De un lado, un vidrio que te comunica al mundo, al que debés estar atento para que nada salga mal, donde debés aprender a mirar de reojo confiando en el que está del otro lado.
Del resto de los lados, una pared acolchada que no deja pasar nada, ni aire, ni palabras, ni miedos.
Una vez Luis Novaresio, gran colega y profesor, dijo que los periodistas somos gente rara. Y entonces esa cajita es el lugar ideal para nosotros. Una ventana al mundo, para ver todo, para saber que te estás comunicando con otros. Y paredes acolchadas, como una especie de manicomio, para encerrar todo loco suelto llamado periodista.
Hay puro encierro, no se escucha nada de afuera, no pasa el aire, no entra ni sale nadie cuando se prende la luz verde. Lo curioso es que uno jamás se siente encerrado. Se siente libre, capaz de decir, de crear, de ser uno.
Extraño muchísimo ese lugar. Me gustaría volver a ese estudio de radio. Hablar. Crear. Extraño la cajita de cristal en la que alguien dijo que yo hacía las cosas bien.

*Ita*

No hay comentarios: