jueves, 26 de enero de 2012

Debe ser sólo nostalgia

Lo que siento hoy es una mezcla de tranquilidad porque no duele y lágrimas, muchas lágrimas. Esa combinación de emociones debe ser simplemente nostalgia por tiempos pasados, por lo que significó para mí un día como hoy.
¡Tantas cosas se aprenden en cada instante de amor! Cosas que van a quedar grabadas a fuego en tu personalidad, en tu forma de ver la vida y de enfrentarla. Cosas que si alguna vez te faltan, ya no vas a ser igual. Fue un día como hoy cuando dejé de ser la que era para ser la que soy. Fue una madrugada cuando me cambió la vida y abrí los ojos al amor.
Hay muchos días en que la tristeza es grande y me arrepiento de haber apostado y arriesgado tanto en algo que me partió en dos y se quedó en proyectos. Pero hay otros días en que doy gracias a la vida por haber sentido eso que me pasó por el cuerpo con tanta fuerza. No sé si alguna vez volveré a sentir algo parecido, por eso ahora ya no quiero cuestionarme ni un segundo de esos tantos momentos de amor.
Y aunque descubrí que el para siempre se termina demasiado pronto, esos 1825 días fueron lo mejor que me pasó. O lo peor. Hoy quiero quedarme con las noches de música y amor, con las palabras de aliento en momentos difíciles, con la compañía cuando no había nadie más, con esa mirada que se encontraba con la mía y me hacía vivir, con la felicidad enorme de haber sentido el amor más grande, de haber sentido que no necesitaba más en la vida que esos brazos.
Y lo de hoy es eso, ya no es dolor, ya no es amor. Es simple nostalgia por aquel 26 de enero y por tantos 26 de enero. Por el primero, porque fue especial y me cambió la vida. Por los demás, porque nunca voy a ser la misma, porque cada 26 de enero me va a matar la nostalgia y un nudo en la garganta me va a acompañar.
Pero no duele. Ya no.

*Ita*

No hay comentarios: