viernes, 26 de octubre de 2007

Pasiones

Así me paso los días, enojada por un rato y feliz más tarde. Así, entre los dos sentimientos voy caminando y armando mi vida.
Por suerte, me define la palabra "rara". Por un momentos me caracteriza mi enojo y apatía por la vida, pero al rato me sorprende y maravilla la cosa más chiquita. Todo tipo de temas dan vuelta en mi cabeza sin sentido alguno para otros pero sí para mí.
Ayer tuve en brazos toda la tarde a una cosita chiquita y llena de vida, una vez más fue testigo de ese milagro que es la vida. Facundo fue el que me alegró el día, me llenó de amor y borró por un rato mis tardes de enojo. Me maravilla la sonrisa de ese bebé de apenas 10 días, sus manitos, sus ojitos tratando de mantenerse abiertos, su carita buscando a papá y a mamá. Me maravilla el amor que puedo sentir por mis sobrinos, por el de sangre y por los del corazón. Me hace sentir feliz saber que Facundo es querido y que llena de sonrisas a toda su familia.
Y pienso en Alejo, que tendrá una familia muy distinta cuando llegue a este mundo en 20 días, pero será amado igual que Facu. Y pienso en Iriel, en Mora, en Mirko, en Feli. Pienso en ellos tan distintos, tan chiquitos, tan fuertes, con tantas ganas de vivir y contagiarnos vida. Porque son ellos los que la mayoría de las veces me muestran su mundo cuando las ventanas del mío se empañan.
Y sí, me sorprende y me maravilla como puede cambiarte la mirada alguien así de chiquitito que a veces parece más grande que uno, porque los chicos miran con más claridad, porque son sinceros, directos, sin vueltas ni rollos, saben qué quieren y qué no. Y en fin, quieren lo mismo que nosotros, sólo que ellos se dan cuenta. Quieren diversión, felicidad, atención y sobre todo, mucho amor.
Y sí, así de rara soy, así de loca, así de cambiante. Tanta felicidad vino un día después de un enojo grande. Me pasé un día entero furiosa con la AFA. Quienes me conocen sabrán por qué. Periodista deportiva y apasionada por las selecciones juveniles, a veces me enferma el manejo de Julio Grondona a la cabeza de la Asociación del Fútbol Argentino. Renunció Hugo Tocalli porque el señor presidente de AFA no le renovó el contrato a uno de sus colaboradores. El técnico de la Sub 20 había sido claro, se quedaba si era con todo su equipo, sino no. Y así fue, fiel a sus convicciones y a sus compañeros, se despidió de los chicos de la selección juvenil y no hubo vuelta atrás. Miguel Ángel Tojo fue la razón por la que Tocalli renunció, a él no le renovaron el contrato. ¿Por qué? Porque en AFA habían quedado enojados con él después de que la Selección Sub 17 dirigida por él se quedara afuera del Mundial 2005. Cualquiera podría decir que así se maneja el fútbol argentino, cualquiera que pierde dos partidos se tiene que ir. Pero en las juveniles hacía tiempo que no era así. En 1994 asumió José Pekerman y desde ese día, todo se hizo con objetivos a largo plazo, con tiempo para trabajar, con la convicción de que una derrota no era la muerte sino una etapa para aprender. Y así se logró algo histórico, 5 títulos mundiales en Sub 20, torneos Sudamericanos, montones de chicos que hoy soy parte de la selección mayor. Tocalli, Tojo y compañía fueron los colaboradores de Pekerman y continuaron su labor cuando él se fue. Y el miércoles, 13 años de trabajo fueron tirados a la basura por un capricho de Julio Grondona. Así funciona el fútbol, así funciona la Argentina.
Ustedes dirán, ¿qué tienen que ver los sobrinos con las selecciones juveniles? Para otra persona, nada. Para mí, todo. Son dos partes importantes de mi vida, mi mundo y mi profesión, mis pasiones, mis odios y alegrías, mis enojos y la sensación de que a pesar de todo, la vida vale la pena.
Así soy, como dije en el primer post, una periodista enojada con el mundo pero enamorada de la vida. Así son mis pasiones. Así de raro es mi mundo. Así de rara soy yo...
*Ita*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ita, tu forma de redactar tiene un sello único, me encanta como lo haces, es la primera vez que me paso por acá a dejar un comentario... tus palabras tan ciertas, un chico te cambia la vida por completo, te hace ver y tomarle sabor a la vida. Ayer precisamente, fui a casa de mi amiga Bre, la que te conté que tuvo a su bebé, se llama Rodrigo... tan chiquito, tan lleno de vida, me alegra que ella sea feliz, mi amiga de toda la vida ahora madre, un día platicabamos de estas cosas, pero parecían tan lejanas, ahora están aqui cerquita, y es algo agradable y gratificante el poder compartir con ella esta felicidad. :)
Me pasa algo muy parecido a ti, a veces pasa que me siento mal, por cosas que sé, son insignificantes, pero aún con ello, me ponen triste, con enojo... pero lo que me da vuelta, es precisamente lo que dices... y tu sabes que en mi trabajo estoy rodeada de peques, que sin duda son los que me hacen devolverle ese sentido a la vida... una sonrisa de ellos me alegra hasta el alma!