miércoles, 3 de noviembre de 2010

Monumento a la Bandera, Rosario, Santa Fe, Argentina.

Rosario es una ciudad hermosa por donde se la mire. Tiene bellezas naturales, arquitectónicas y una gran cantidad de cosas para hacer, pero no tiene la locura de Buenos Aires. Creo que esa combinación es la que la hace maravillosa. De todas formas, no puedo ser objetiva, mi familia viene de allá y entonces la siento casi propia. Siempre la voy a preferir frente a Buenos Aires y Córdoba, las otras dos ciudades que compiten por ser la más importante del país.
Cuando era más chica, el Parque Independencia era mi lugar preferido en la ciudad. El verde, los juegos y el laguito hacían de ese el mejor sitio. En la adolescencia, la cancha de Newell's se sumó a la lista de cosas que hacían especial ese lugar. Y no justamente porque sea leprosa, sino porque en la popular visitante de esa cancha pasé las mejores tardes de mi adolescencia, viendo a River, mi equipo del alma. Esa fue la primera cancha que pisé en mi vida y no se olvida.
A los 18, me fui a vivir a Rosario y ahí fue donde descubrí el que hoy es mi lugar especial: El Monumento a la Bandera. Mi casa quedaba a apenas unas cuadras, entonces iba seguido a caminar por ahí. Había ido montones de veces, pero cuando uno es chico es pura adrenalina, no siente la paz. Hoy puedo pasarme horas sentada en esa escalera, mirando el río enfrente, viendo a la gente pasar o la lluvia caer. Puede estar lleno de gente e igual trasmite paz. Ese lugar me produce una sensación de tranquilidad inigualable.
Hoy fui una vez más. Es mi lugar preferido para hacer tiempo. Esta vez me llevé un libro. Me quedé tres horas ahí, tres horas donde me sentí feliz. Nada puede ser mejor que estar leyendo en ese lugar mientras almorzás una coca y un sandwichito comprados al paso.
A cualquiera que pase por Rosario, le recomiendo sentarse aunque sea cinco minutos en esas escaleras y sentir el vientito del río. Para quienes son chicos, no se pierdan la experiencia de bajar corriendo la escalera del Monumento. Y los grandes, tampoco se pierdan eso. No te caes, los escalones tienen el tamaño perfecto para bajar corriendo y no caerte. Si sos grande y te da vergüenza hacerlo de día, probá de noche. Todos mis amigos nicoleños bajaron por esa escalera en una noche después del boliche.
Ya habrá lugar en este blog para algún otro lugar lindo de la ciudad, pero este, sin duda, es mi preferido.


El Monumento histórico Nacional a la Bandera es una construcción símbolo de la ciudad de Rosario. Está asentado en el Parque Nacional ala Bandera, en el lugar donde el general Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera argentina, el 27 de febrero de 1812, a orillas del río Paraná.
Fue diseñado por los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo y colaboraron los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti.
Posee una torre de 70 metros de altura con un mirador en la cina, una cripta en homenaje a Manuel Belgrano, un Patio Cívico y el Propileo. En el subsuelo de este último se halla la Sala de Honor de las Banderas de América.
(Información de tomada de Wikipedia)

*Ita*

1 comentario:

Lau dijo...

Espero ir un día para bajar corriendo por las escaleras!!! jajajaja
Saludos Ita!!!!