lunes, 21 de noviembre de 2011

Cosas que no puedo decir

Es un dolor agudo en el estómago, sube de a poquito y termina por volverse un nudo en la garganta. Y ya no puede avanzar, no sale de ahí. Allí mueren todas las cosas que no puedo decir, todo lo que quiero gritar pero no encuentro el lugar, todo lo que nadie quiere escuchar o lo que creo que tal vez es mejor dejar así.
Pero me atan, me agobian y me enloquecen todas esas palabras no dichas, todos esos sentimientos nuevos y no tan nuevos a los que no les doy un nombre. Y cuando esto pasa, no me queda otra opción más que escribir.
Esta es la única forma que tengo de hablar sin hablar, de calmarme cuando la ansiedad empieza a desestabilizarme, de decir qué quiero, qué no quiero, a quien quiero y a quien no.
Y es este latir de mi corazón semi destrozado el que me está volviendo loca esta vez.
No sé si gritar lo que empiezo a sentir o guardarlo bien adentro porque mi cabeza sabe que es un gran error. Es que a veces no alcanza con sentir cosas. Nada sirve si del otro lado no vuelve algo. El amor no correspondido, característico de mi vida, duele. Y después de haber sentido amor del verdadero y un terrible desamor, mi herido corazón no tiene ganas de sufrir por amores no correspondidos o por caprichos que nunca podrán ser. Será tal vez por eso que elegí el silencio, ese que hay días que no se banca no poder gritar: ¡Me gustás! Dos palabras tan simples, que para poder salir ilesas del nudo que hay en mi garganta, necesitan al menos una señal del otro lado. Una señal que no llega y tal vez nunca va a llegar.
¿Y entonces qué? ¿Escribo y escribo y escribo hasta que se me pase la ilusión? ¿Escribo y escribo y escribo hasta que ya no me agobien las cosas que no digo? ¿O simplemente lo grito y que sea lo que tenga que ser? Pero si lo grito, ¿tengo ganas, fuerzas, energías y todo lo necesario para bancar las buenas y malas consecuencias?
Hoy es una ilusión que hace mover de nuevo mi cansado corazón, pero estas preguntas pueden servir tranquilamente para cuestionarme montones de cosas que no hago en la vida, tal vez por miedo, tal vez por falta de voluntad, tal vez porque no soy lo suficientemente fuerte. ¿Y qué es la fortaleza? ¿Es no morir y resistir cuando ya nada te queda? ¿o es intentar cosas nuevas todos los días? Es un poco de ambas cosas. En el primer caso, la prueba está superada. En el segundo caso, voy de a poco tratando de ser más fuerte y avanzar.
Sea lo que sea que le pase a mi vida, me hace falta escribir más. Lo necesito. Es la única forma que tengo de expresarme y que no se vuelva imposible respirar...

*Ita*

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